Un buen servicio técnico es aquel que cuenta con unos buenos profesionales que tienen una certificación de garantía y que pueden sustituir las piezas con rapidez.
Cuando un electrodoméstico se nos estropea es importante mantener la calma y no llevarlo al primer servicio técnico que veamos anunciado o aquel que está debajo de casa. Hay varios puntos importantes que se tienen que analizar antes de llevarlo a un servicio técnico, porque esta elección depende que la reparación que nos realicen sea lo más duradera posible. Pero todavía más conveniente es que, mucho antes que un electrodoméstico se estropee, hayamos elegido el servicio técnico adecuado para no tener sorpresas.
Un buen servicio técnico debe contar con unas ciertas garantías de asistencia, una buena atención al cliente y flexibilidad horaria, es decir, que no impongan las citas y se adapten al cliente. Otro dato importante a tener en cuenta, es que tengan recambios de las marcas de nuestros electrodomésticos, es decir, que trabajen o tengan proveedores de la marca que nos interesa, y además, que presenten una certificación de dicha empresa. Normalmente se les realiza un curso preparatorio a todos los empleados, el cual garantiza una buena reparación.
Otro dato clave es conocer exactamente la especialidad del reparador, no por estar calificado repara todo tipo de aparatos. Un buen servicio técnico debe ser transparente en sus precios y no tener ningún inconveniente en ofrecerlos por escrito para evitar malentendidos.
Como clientes, nuestras obligaciones están dirigidas a realizar un buen mantenimiento del aparato, y por ello no debemos temer preguntar todo aquello que sea necesario, qué es lo que ha fallado, y cómo evitarlo la próxima vez. Debemos también tener la garantía a mano para presentarla al reparador si todavía está dentro del plazo.
Foto: AaPlus Sevilla