Hasta que hace poco más de un año, un reportaje de Televisión Española titulado ‘Comprar, tirar, comprar’ introdujo el término obsolescencia programada, muy pocas personas eran conscientes de que compramos productos que están destinados a no durar.
Muchas empresas intentan incrementar el consumo de los productos que fabrican, haciendo que su vida se acorte deliberadamente. Pero, a raíz de constatar esta realidad, algunos pequeños empresarios han querido proponer alternativas a esta situación.
Una de las maneras de hacer frente a la obsolescencia programada pasa por la filosofía llamada ‘Cradle to cradle’, que propone basarse en el diseño ecológicamente inteligente basado en usar materiales que se pueden reciclar sin problemas, a la vez que no pierden su calidad. Por ejemplo, el Hotel Empúries es un spa construido con materiales reciclables, en el que incluso se han colocado plantas en el tejado para proteger el interior del calor y el frío.
Las empresas que huyen de la obsolescencia programada lo hacen, esencialmente, en dos sentidos: siguiendo el lema de ‘Reduce, reutiliza, repara y recicla’, o el de ‘No lo tires, repáralo’. En el primer caso, la marca Patagonia fabrica polares, chaquetas y chalecos a base de materiales reciclados. Pero no solo eso, en su filosofía de empresa se pide a los clientes que solo adquieran lo que necesitan, y también se recoge la necesidad de donar las prendas que son excedentes de producción a organizaciones benéficas, entre otras acciones.
También se lucha contra la obsolescencia programada promoviendo la reparación de los productos. Por ejemplo, existe una página en Internet llamada IFixit, en la que se ofrecen infinitos manuales de reparación de prácticamente cualquier objeto.
Los responsables de esta tendencia defienden la idea de que reparar es más ecológico que reciclar, además de tener muchos beneficios económicos para el consumidor. Incluso desde la filial de HP en Sant Cugat del Vallés (Barcelona) se ha colaborado en esta tendencia filtrando un documento en el que se explica cómo acabar con la obsolescencia programada de sus impresoras reseteándolas.
La posición más extrema en este sentido es la teoría del decrecimiento, que considera que podemos vivir mejor consumiendo menos, siempre que sepamos reducir los niveles de producción y consumo.